HISTORIA DEL CLARINETE

ARTÍCULO DE ELENA MANZANO BENAJAS

clarinete 3El clarinete es un instrumento de viento-madera. Para conocer bien el instrumento actual debemos tener en cuenta su evolución a lo largo de la historia, ya que a medida que iba pasando el tiempo se iban creando nuevas posiciones y técnicas para un uso más cómodo del clarinete y también para obtener un mejor sonido. En la prehistoria ya estaba la hoja de cinta, unas hojas utilizadas como lengüetas calientes que sonaban cuando las soplaban. Pero no es hasta la época mesopotámica, más o menos en el 3000 a.c, cuando se encuentran restos arqueológicos y se observan mosaicos con instrumentos musicales. La mayoría de ellos eran de cuerda, aunque había algunos instrumentos de viento, que no se conoce el nombre. Luego, en el Antiguo Egipto, se conocen distintos instrumentos de viento. Todos los antecesores del clarinete y del oboe se llamaban “ma”. Eran instrumentos con forma de tubo que se hacían sonar soplando y tapando los agujeros que previamente habían hecho. Más tarde en el Antiguo Mediterráneo, sudeste de Asia y en la india, aparecen los llamados dobles clarinetes. Eran dos tubos que se tocaban con las mismas lengüetas presionándolas al mismo tiempo. En esa época también existía el Arghul, y más tarde se descubren la Tibia Grecorromana y el Aulos Griego. Después de todo esto, llegamos a la Edad Media, donde se encuentran diferentes instrumentos parecidos al clarinete. En primer lugar, un instrumento de siete agujeros llamado Chamelele. No se tiene certeza de si este funcionaba con una lengüeta doble como el oboe, o simple como en el clarinete. Otro instrumento de la Edad media era el Caramillo, antecedente principal de oboes y flautas. El principal antecedente del clarinete recibe el nombre de Chalumeau. Es del mismo tipo que el Caramillo y se utilizaba en el s.XVII en Francia.

Justo después de la Edad Media, llega el Barroco. Este es un periodo en el que la música sufre una revolución. Se buscan emociones fuertes y conmover al público con el sonido de los instrumentos. chalumeau_francesEs ahí cuando el Chalumeau experimenta un rechazo, aunque se sigue usando este instrumento porque es el que tiene mejor afinación y mejor sonido de los fabricados hasta ese momento. Sus características se mantienen hasta finales del siglo  XVII. El Chalumeau francés evolucionó y pasó a llamarse Denner. Denner dedica varios años de investigación para llevar a cabo sus primeras modificaciones. La primera de éstas fue sustituir la lengüeta situada en la cámara sonora y colocarla en un pico o boquilla en contacto con la boca, pudiendo el instrumentista controlar a ésta por primera vez. Esta mejora permitiría a su hijo poco después dar a la boquilla del clarinete su forma típica; la lengüeta era larga y su punta casi cuadrada, acoplada a la boquilla por medio de un fino cordel.  Con la finalidad de ampliar el registro del instrumento, Denner perforó un pequeño agujero en la parte superior del tubo, abierto o cerrado a voluntad por medio de una llave o palanca, esperando el mismo resultado que se obtenía en la flauta, o sea, una octava, pero no fue así y obtuvo una doceava.  La ausencia de sonidos entre los registros hizo a Denner idear otro agujero accionando por medio de una segunda llave. Con esta llave se podía obtener un “LA” mas o menos afinado, y con las dos a la vez ,un “SIb”. Al término de las experiencias iniciales de Denner, su hijo Jacob perfeccionó este segundo agujero obteniendo mejor resultado en afinación y sonoridad, entre los años 1700-1720.

Con el fin de conseguir más resonancia en el registro fundamental o de “Chalumeau” (en memoria del antiguo instrumento), Denner acopló al final del tubo un cuerpo cónico en forma de pabellón o campana, parecido al de la trompeta. Después de esto, el instrumento pasa a llamarse clarinete, y son diversos personajes los que mejoran el clarinete para obtener el sistema actual. Muller: perfeccionó el clarinete hasta trece llaves, marcando un progreso considerable en este instrumento. 01El nuevo clarinete estaba compuesto por trece llaves, pero lo más importante era la forma de la que estaban hechas, como estaban dispuestas, tapadas y accionadas.  La disposición de estas llaves era mucho más lógica que todas las que entonces se conocían, facilitando al instrumento tocar todos los tonos con cierta comodidad, ofreciendo también un mejor resultado acústico. Sus agujeros estaban ajustados de forma parecida a la que hoy día tenemos en nuestros clarinetes. Las espátulas eran de forma cóncava y los tapones o zapatillas eran de cuero rellenas de lana, de manera que cuando la llave estaba abierta existía suficiente abertura o salida del aire. Otra innovación de Müller fue sustituir el cordón que unía la caña a la boquilla, por una abrazadera de metal. Klose y el sistema Boehm: acoplar al clarinete el sistema de anillos móviles que T. Boehm había inventado para la flauta y que se conocería después por el sistema Boehm. Este sistema del que gozaba la flauta consistía en una serie de llaves de anilla, en el que un dedo podía cerrar una anilla cubriendo por completo el agujero y a la vez accionar otra llave que cubriese un agujero distinto a cierta distancia, o sea, tapar varios agujeros con un solo dedo.

Boehm no creía posible que este sistema fuese aplicable al clarinete, fue Klose mediante la ayuda del fabricante de instrumentos L. Buffet quién encontró la forma de acoplar este sistema a nuestro instrumento. dennerEste clarinete lleva el mismo número de llaves que la mayoría de los que se han utilizado hasta hoy: 17 llaves y 6 anillos permiten a los dedos controlar 24 agujeros. Los trabajos realizados por Müller y otros fabricantes sobre la elevación de las llaves y las zapatillas se aprovecharon ya que se podía tocar sin riesgo de fugas de aire. Oether y el Sistema Aleman: Bärman fue quién aportó la primera mejora importante en el instrumento de Müller. Prolongó algunas llaves para que pudieran ser accionadas por distintos dedos y duplicó algunas otras formas que pudiesen ser utilizados por ambas manos. Sistema Romero: El clarinete de Romero pretendía obtener principalmente, una mayor igualdad, en cantidad y calidad, en todos los sonidos; tocar en todos los tonos sin problemas de afinación, y evitar las digitaciones insuperables. Este clarinete sufrió un mecanismo complicado, por lo que llevó a Romero a realizar algunas modificaciones. Por último hizo prolongar el pabellón y poner en el una nueva llave abierta, la que cerraba con el dedo meñique de la mano derecha, lo cual produce el MI bemol grave, con cuya mejora se puede ejecutar con el clarinete en SI bemol toda la música escrita por los clarinetes en DO o en LA, haciendo los correspondientes transportes, desapareciendo así la necesidad molesta, costosa y perjudicial de emplear en las orquestas clarinetes en diferentes tonos.

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